CANNES 2025, DÍA 9: CARLA SIMÓN SE CONSAGRA Y SENTIMENTAL VALUE APASIONA
Jornada de infarto en Cannes con tres nuevas películas a competición. Romería de Carla Simón y Sentimental Value de Joachim Trier han convencido pero The History of Sound no ha calado
Cannes afronta su recta final y pisa el acelerador con una jornada de infarto donde se han presentado tres nuevas películas a concurso.
Romería de Carla Simón es la segunda producción española en Sección Oficial y llega tres años después de haber ganado el Oso de Oro en Berlín con Alcarràs (2022) La película ha sido recibida de forma muy generosa tanto por la prensa nacional como internacional distinguiendo cierta evolución formal en el cine de Simón que sigue apegada a las raíces familiares que continúan alimentando su álbum de familia.
A pesar de esas buenas críticas (luego repasamos su recorrido por los distintos paneles de la crítica) Romería no ha generado tanta conversación como Sentimental Value de Joachim Trier. Sin duda, presentarse en una jornada tan intensa, en los últimos días de festival, no va a beneficiar a Simón.
Trier ha presentado un drama familiar donde el cine y el arte son vasos conductores fundamentales para resolver los conflictos de una familia atravesada por las grietas físicas y metafóricas que la desmoronan. Renate Reinsve repite con el Trier en una película que la prensa ha bautizado como una secuela espiritual de The Worst Person In The World. Los 19 minutos de aplausos y el buzz que ha generado de forma inmediata como contendiente a todo en la próxima temporada de premios la ha convertido en la película más relevante de la jornada y probablemente de esta edición.
La tercera película en concurso ha sido The History Of Sound de Oliver Hermanus, un musical que busca sus raíces en la música tradicional americana a principios del siglo XX con Paul Mescal y Josh O’Connor de protagonistas. La crítica no ha sido especialmente indulgente con ella y a pesar de tener a Mescal paseando por su alfombra roja, ha quedado algo eclipsada por el resto.
LOS PREMIOS DE LA SEMAINE
Habrá que esperar a la ceremonia de clausura del próximo sábado 24 de mayo para saber si Romería o Sirât se cuelan en el palmarés pero por ahora la otra película española en competición, dentro de la Semaine de la Critique ya ha conseguido premio. El jurado presidido por Rodrigo Sorogoyen le ha dado a Ciudad Sin Sueño de Guillermo Galoe el premio al Mejor Guion reconociendo así el esfuerzo de Galoe y su co-guionista, Victorio Alonso-Berbel por adentrarse en la ficción después de años documentando la realidad de la Cañada Real:
En el comunicado anunciando el premio lo justifican así:
Un poema que tiene la belleza dura y salvaje de esas tierras desfavorecidas que nadie visita nunca y donde no hay nada más que piedras, sol y viento. Esta película podría haberse llamado Los Olvidados, pero su autor prefirió citar a Lorca, poeta del mundo gitano.
Échale un vistazo al último tráiler de la película que estrenará en salas BTeam Pictures:
El premio a la Mejor Película de la Semaine ha sido para la tailandesa A Useful Ghost un drama romántico de lo menos convencional dirigido por Ratchapoom Boonbunchachoke y protagonizado por Davika Hoorne toda una estrella en su país.
Consulta el palmarés completo en este artículo de Deadline.
PANEL DE LA CRÍTICA
Hoy nos fijamos en el cuadro crítico de Caimán, revista española de referencia donde Romería de Carla Simón es la mejor recibida de las tres películas presentadas a concurso esta jornada. Obtiene una media de 6,9 sobre 10 con la que supera a la otra película española de la Sección Oficial, Sirât (6,8) de Oliver Laxe. En el ranking general, sería la cuarta mejor valorada por detrás de O Agente Secreto (7,8), Un Simple Accident (7,3) y Nouvelle Vague (7).
Con pocas calificaciones todavía, Sentimental Value de Joachim Trier se conforma con un 5 y The History Of Sound de Oliver Hermanus con un 5,3.
Echamos un vistazo a otros paneles de la crítica para ver como han sido recibidas las tres nuevas películas. En la International Cinephile Society donde Romería también es la película mejor valorada con una media de 3,44.
Nos paramos también en el de IONCinema donde Sentimental Value (3,2) ha gustado más:
Y terminamos repaso en ScreenDaily donde las películas de Carla Simón (2,7) y Joachim Trier (2,8) están separadas por un décima:
VISTO EN SECCIÓN OFICIAL
ROMERÍA de Carla Simón
Carla Simón se consagra con su tercer largometraje, cierre de una especie de trilogía en torno a la familia y las raíces que la alimentan con un marcado tono autobiográfico. El Oso de Oro que ganó en la Berlinale con Alcarràs (2022) la puso en el mapa y la trajo hasta Cannes, pero la acogida entre la prensa nacional e internacional a Romería, forme parte o no del palmarés, la confirma como una de las directoras más relevantes del momento.
En Romería la directora completa un periplo personal y familiar que le ha llevado a construir, o incluso crear, desde el cine las imágenes que constituyen ese museo de formas inconstantes, que decía Borges que era la memoria. Lo escribe Luis Martínez en El Mundo que cuenta como la película recrea, cuenta, inventa, imagina o simplemente funda desde la nada (todo a la vez) la juventud de la directora desde la mirada y la historia de Marina, la protagonista de este viaje.
En El Diario, Javier Zurro hace una crítica maravillosa y se pregunta: ¿Y si el cine pudiera reconstruir la memoria que nos falta?…
…y sobre esa idea la propia Carla Simón comentaba a The Hollywood Reporter como en algún momento, se dio cuenta de que nunca podría preguntarles la verdad (a sus padres), e incluso si estuvieran aquí, no sabría si las historias que me contaron eran reales, porque así es como funciona la memoria, dice Simón. Así que decidí inventar lo que necesitaba inventar.
Guy Lodge en Variety incide en esa misma idea cuando en su dulce y triste oda de (Carla) Simón a la familia perdida imagina lo que podría haber sido, al tiempo que reconoce que no todos los recuerdos pueden transmitirse de generación en generación; algunos mueren deliciosamente con nosotros.
Retomando la crítica de Zurro, es muy interesante como cada uno de los trabajos que conforman la filmografía de Carla Simón dialogan entre ellos y menciona al cortometraje Carta a mi madre para mi hijo, campo de pruebas para lo que hoy es Romería. Ahí ya la directora planteaba cómo contarle a su hijo quiénes fueron sus abuelos, si ni ella misma lo sabía.
Y es ahí donde surge ese giro poético que han destacado todas las críticas, una traza onírica que aquí toma cuerpo con una referencia a Cría Cuervos (1976), de su adorado Carlos Saura, mostrando nuevos y estimulantes caminos para ella como cineasta.
Para construir ese deje poético Simón se apoya en el trabajo de fotografía de Hélène Louvart (La Chimera (2023, The Lost Daughter (2021) que le da un toque visualmente exuberante. Su cámara, móvil pero con una desenfadada pausa, serpentea entre espacios domésticos abarrotados o por el oxidado y característico paisaje urbano de Vigo, disfrutando de la suave luz del sol y las largas sombras de la tarde, sin recurrir jamás a composiciones de postal escribe Guy Lodge.
La película se ve enriquecida por la fotografía pero también por la música y el folclore que menciona Jose M. Romero al hablar de la Santa Compaña en su reseña o Xavi Serra cuando destaca ESE número musical con una canción de Siniestro Total:
Para muchos, Romería se antoja como el final de una etapa y nos deja expectantes ante el siguiente proyecto de Carla Simón:
Romería coincide con otras películas en competición (O Agente Secreto de Kleber Mendoça Filho y Alpha de Julia Ducournau) que abordan este año el tema de la enfermedad, utilizando la epidemia del VIH como metáfora para ahondar en una una reflexión pospandémica sobre las enfermedades, la muerte y la pérdida, y cómo la cultura y la sociedad las gestionan (es decir, no muy bien)
Entre las críticas menos entusiastas, la de Stephany Bunbury en Deadline le achaca que frente a momentos más sólidos termine enredada en una oleada de alusiones y rastros de información que simplemente se desvanecen. Y concluye: Romería rebosa calidez, pero tantas insinuaciones de poca importancia hacen que el proceso narrativo se sienta tan pesado como arena mojada. Carla Simón llega a cierto punto, pero sin duda toma el camino más largo.
SENTIMENTAL VALUE de Joachim Trier
Joachim Trier regresa a Cannes con Sentimental Value el tercero de sus trabajos que compite por la Palma de Oro después de The Worst Person In The World (2021) con el que Renate Reinsve ganó el premio de interpretación y Louder than bombs (2015)
Trier repite con Reinsve, con el guionista de Eskil Vogt y con Anders Danielsen Lie en un papel secundario para ahondar en un complejo melodrama sobre el amor, la familia, el hogar y la expresión artística como medio para sanar y seguir adelante según Matt Neglia de Next Best Picture.
Es curioso que muchas críticas como la de Radhika Seth para Vogue describan la película como una suerte de secuela apócrifa de The Worst Person In The World. Mientras aquella analizaba las citas, los problemas paternos y la preparación (o falta de ella) de una mujer para ser madre en sus turbulentos treinta y pocos, esta nueva entrega retoma la historia un poco más tarde, en una etapa más estable (…) en la que tu carrera puede haber despegado, pero aún no estás cerca de formar el tipo de familia que muchos de tus compañeros parecen tener ahora.
Me parece muy interesante como continúa Seth su crítica destacando el papel de la casa familiar como escenario cargado de simbolismo que redimensiona la puesta en escena de Trier: Es la historia de dos hermanas, Nora y Agnes, su distanciado padre (…), su madre fallecida y todo el clan que las precedió, pero también es el relato histórico de una casa: la extensa, crujiente y roja reliquia de Oslo, con grietas gigantes en sus cimientos y pasadizos secretos en su interior, que han ocupado durante generaciones.
Lee la crítica completa pinchando en la imagen:
Para Iana Murray la película es es una observación infinitamente conmovedora de una familia fracturada, como esa casa familiar en ruinas, que intenta reconciliarse. Lo interesante de ese proceso de reconciliación es como Joaquin Trier utiliza el cine (el padre, interpretado por Stellan Skarsgård es director) como camino hacia el perdón.
Y hablar de perdón inevitablemente implica algo de liturgia por eso Alberto Lechuga atina cuando dice que Trier equipara el proceso creativo a rezar sin creer en Dios.
Y sobre esa idea de perdón, David Ehrlich remata su crítica para IndieWire enfrentado los conceptos perdón y misericordia: la misericordia no es lo mismo que el perdón. La misericordia exige tolerancia, mientras que el perdón exige absolución. La misericordia es un medio, y el perdón, su fin último. La misericordia es algo que se realiza , mientras que el perdón solo se concede. La distinción entre ambas puede ser sutil, pero gracias a la extraordinaria habilidad del cine de Trier, que aquí se deleita en el poder transmutador del cine mismo, Sentimental Value la hace más grande que la vida.
En los últimos años hemos visto como distintos autores desde Pedro Almodóvar (Dolor y Gloria, 2019) a Steven Spielberg (The Fabelmans, 2022) utilizan el cine para alumbrar la memoria en un ejercicio de meta ficción en el que incide Trier cuando interactúa con la idea del cine como escudo y espejo, reflexionando sobre el impacto de extraer información de las relaciones personales para su trabajo.
Aunque hay quien piensa que alguien ya hizo eso antes y mejor:
Y es entonces cuando Trier invoca al fantasma de Ingmar Bergman. Hay tenues rastros de Bergman en Sentimental Value, pero también de Chéjov e Ibsen, atraídos a un mundo contemporáneo que profundiza nuestra comprensión de la historia y la memoria en relación con los personajes. Con gracia y empatía, explora el poder volátil del arte y el coste de crear obras profundamente personales, tanto para los artistas como para las personas a las que han hecho daño, escribe David Rooney en The Hollywood Reporter.
Pepa Blanes en El Cine en La Ser añade a Saura, como Carla Simón, a la ensalada de referencias:
Y me gusta mucho la forma en la que Gregorio Belinchón de El País habla de la película destacando lo bueno que es Trier explorando el alma humana y como invoca a la tristeza:
A pesar de ese tono dramático se han destacado también los momentos de humor que rompen la tensión pasando del llanto a la carcajada y viceversa:
La película, que ha sido celebrada con una ovación de ¡19 minutos! ha recibido también críticas excelentes para su cuarteto protagonista: Renate Reinsve, Stellan Skarsgård, Inga Ibsdotter Lilleaas y Elle Fanning.
Sentimental Value sale disparada para la próxima temporada de premios, con la complicidad de NEON, su distribuidora en Estados Unidos.
THE HISTORY OF SOUND de Oliver Hermanus
Oliver Hermanus compite por primera vez por la Palma de Oro después de haber participado hace años en Un Certain Regard con Skoonheid (2011) Lo hace con The History Of Sound un drama musical que destaca la importancia del relato oral y la necesidad de preservar los sonidos, las músicas y la historia que conforman nuestra memoria colectiva.
La película, basada en un relato corto de Ben Shattuck que él mismo se ha encargado de adaptar, no ha sido bien recibida y solo en su final consigue trascender con esa idea de archivar los sonidos del mundo:
La película se sustenta emocionalmente en la relación que se establece entre los personajes que interpretan Paul Mescal y Josh O’Connor. Durante los breves momentos que comparten pantalla, la película se eleva…
… pero muchas reseñas critican que el tono afectado de Hermanus termina lastrando la historia. Impresiona que sea posible hacer una película tan carente de corazón, pasión y sentimiento:
Nacho Gonzalo en El Cine De Lo Que Yo Te Diga habla de sonora decepción…
… y en El Mundo, Luis Martínez sufre hasta el aburrimiento por el empeño del director de no dramatizar. Hermanus construye melodramas, pero al revés, desde su completo vaciamiento, desde la más absoluta discreción. Y continúa: A fuerza de restar sangre, de eliminar las escenas de sexo, de descontextualizar el imaginable y previsible rechazo de la sociedad (definitivamente no es Brokeback Mountain), de dejar que los diálogos se terminen siempre en una larga pausa, The History of Sound acaba por caer en la exageración melodramática que quería evitar: la exageración de la inmovilidad.
Muchas críticas han comparado la película con el Brokeback Mountain (2005) de Ang Lee…
… una referencia no muy acertada tal y como explicaba un hastiado Paul Mescal en rueda de prensa: Brokeback Mountain aborda la idea de la represión. Esta película (The History of Sound) apunta justo en la dirección opuesta.
A pesar de todo, me gusta esto que escribe FilmLand Empre cuando describe The History of Sound como una mezcla entre Brokeback Mountain e Inside LLewyn Davis (2013) de los Coen.
LO MEJOR DE LAS SECCIONES PARALELAS
Fuera de competición Kirill Serebrennikov decepciona con The desappearance of Josef Mengele, vista en Cannes Premiere. En Caiman, Angel Quintana escribe: Serebrennikov rueda esta vez de forma más contenida que en sus otras películas, en algunos momentos se echan en falta sus excesos visuales y da la sensación de que no acaba de encontrar un ritmo visual con suficiente fuerza para tratar un gran tema y dar forma a una personalidad compleja que, a pesar de la anacronía de los tiempos, no se arrepiente de nada de lo que hizo. Con todo, Serebrennikov mantiene su dignidad.
Buena acogida para La Città di Pianura segundo largo del italiano Francesco Sossai, vista en Un Certain Regard, una road movie por una Italia salvaje e inédita:
Y cerramos repaso a lo mejor de las secciones paralelas con Love Me Tender de Ana Cazenave Cambet, presentada en Un Certain Regard que muchas otras películas en esta edición de Cannes aborda la maternidad y que cuenta con una magistral actuación de Vicky Krieps.
LO QUE SE VERÁ EN LA JORNADA 10
Si Bi Gan no hubiera terminado a tiempo Resurrection para competir en Cannes, el festival habría modificado sus fechas para poder darle tiempo. Da la sensación de que en este punto, la de Bi Gan es la película que puede hacer pasar a la historia esta edición, hasta ahora, un poco de perfil bajo.
Resurrection será la absoluta protagonista de la penúltima jornada de competición en la que también se verá la segunda película iraní de la Sección Oficial, Zan o Bacheh (Woman & Child) de Saeed Roustaee.
En la Quinzaine Nadav Lapid promete generar cierta polémica con YES! y también en esa misma sección, directa desde Sundance donde fue una de las sensaciones, se proyectará Sorry Baby de Eva Victor.
Por último, destacar el estreno dentro de Cannes Premiere de Love on Trial de Kôji Fukada. A pesar de haber competido ya en la oficial de un festival de clase A como el de Venecia, Cannes todavía se le resiste y la aparca en una sección-cajón desastre.
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